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BAJO LAS LILAS ES EL PRIMER LIBRO QUE RECUERDO HABER LEÍDO- DE MUY NIÑA- EDITADO SIN ILUSTRACIONES, o muy escasas- portada y aisladas en capítulos- (quiero significar: primer paso hacia una literatura sin apoyo visual, que es lo que requieren generalmente las publicaciones infantiles) Lo cito porque creo que no sólo lo cercano (en tiempo y espacio) es grato a un lector. Niños y adultos gozamos de viajar con el imaginario, escuchar otras voces, pensar otros lugares y realidades.



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jueves, 17 de mayo de 2012

Revolución

Cuando veo en la calle caras morenas me remito a la historia de este país y me pregunto por  genes ocultos ¿Indios? ¿Negros? ¿Mulatos? ¿Mestizos? No es tanto tiempo  para la historia de la humanidad. Al cumplirse el bicentenario ( año 2010) la palabra - con su connotación de siglos- repercutió en todos los ámbitos con matices festivos, y a la vez desempolvó  personajes, protagonistas, ideas.
Conjeturo  que la revolución de Mayo de 1810 fue un hecho que dejó a más de uno marginal a la causa, como cuando el Congreso actual discute ideas que la gente no entiende, o las autoridades- desde los estrados- se regocijan con cifras y porcentajes que en  nada inciden a la hora de armar el puchero, o descubrir al pueblo.
Eusebio es un negro que asiste en una casa de blancos. Con nombre impuesto, por vaya a saber qué caprichos de los amos que lo compraron en la plaza.
Realiza  incontables faenas, sólo evoca algo precioso y perdido, ocasionalmente, al mirar el cielo ancho y despejado para secarse el sudor bajo el sol hiriente, cuando ve pasar bandadas de pájaros lujuriosos en su vuelo calmo por el espacio sin límites.
Ese cabildo que hoy se engalana para que los niños y maestros hablen del "cumpleaños de la patria" era el lugar, donde los africanos- hombres, mujeres y niños-, marcados como ganado para la venta,  después de viajes tortuosos, se elegían, según hubieran conservado frente a la revisión de los compradores una cierta apariencia de fortaleza.
¿Cómo se construyen las raíces de la patria? Nos guste o no, también con ellos. ¿Cómo se entiende que seres humanos hayan sido arrancados de un territorio donde vivían sin opresión, según sus propios designios, para morir en los viajes, para sufrir enfermedades, cambios climáticos, maltrato físico y mental o para – en todo caso- sobrevivir en servidumbre? Los tiempos de la evolución de la humanidad en los modos de concebir y pensar ¿aportan alguna explicación?
Eusebio es sumiso, un hombre de trabajo y de paz. Los años domesticaron la fiereza del sufrimiento y aprendió a  aceptar  con naturalidad su condición de ser humano de menor categoría, por obra y gracia de damas, caballeros, curas, por blanqueo de cerebro.
Hoy la palabra revolución -y especialmente de Mayo de 1810 en Argentina- trae aparejada, la idea de libertad asociada a las vivencias escolares, a la historia que nos contaron.
Eusebio ha  dejado que la palabra libertad se pierda en los recuerdos. No tuvo  opciones. Sin embargo la revolución- otra revolución- es  un anhelo que  alborota en su sangre, inquieta  en su cuerpo, desafía  y permite  reencontrar alegría
Es  el canto. Es la música.
En rituales, donde fluye  el candombe como la esencia del alma y el cuerpo, cuando los ancestros relumbran para hacer resurgir manantiales, puede expresar vivencias preservadas.
Es la danza: como el grito de una opresión, de una lucha por la permanencia, como llama sin extinción, que desafía la mansedumbre.
Su patrón  le quiere transmitir  incomprensibles palabras después de haber  presenciado funerales,  celebraciones…  y califica: salvaje, temerario, lascivo, irrespetuoso, pagano.
Pero para él y sus iguales, los nostálgicos  tambores  no pueden  dejar de llamar. Para la añoranza, para la ubicua invocación.
Así que sigue bailando, y seguirá, porque esa música es huella mítica, de revolución libertaria.
Tal vez  alguna de esas caras oscuras que hoy veo por la calle sea sangre de candombe, remota tristeza.
    Isabel Bertero

2 comentarios:

  1. Me gustó Isa. Cuánta razón tenés. Como siempre..."lástima que la historia la cuentan los que ganan"
    Suerte que ahora somos muchos los que tratamos de contar "la verdadera historia".
    Te mando un beso
    Ana María

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  2. Es verdad, somos muchos, pero todavía quedan otros muchos por tomar conciencia. Del eje que elegí y de tantos ...Por suerte vos desde la docencia podés construir y ayudar a crecer. Beso

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