Recordó
su sueño. Estaba con su esposa en el campo. Los acompañaba una hija pequeña.
Él había hecho diversas tareas que no tenía presentes.
Deseaba quedarse a disfrutar.
Se
acercó a la mujer y ella dijo:
-Tenemos
que irnos
Él
se asombró. Sintió que no había estado casi nada.
La
mujer tenía valijas y bolsos preparados. Para partir.
No
recordaba si en el sueño él había
aceptado irse.
Fue
a contárselo.
Ella
parecía adormecida. Los ojos cerrados y
un libro entre las manos.
Le
habló. No respondió.
Se
acercó y el libro cayó.
Él
quería contarle su sueño, pero no pudo. Estaba muerta.
Hola Isabel, como estas, interesantes palabras gran texto tienes un talento maravilloso para hacer esto, te felicito me encanta lo que publicas en tu sitio, lleno de escritura para cultivarme un rato, te agradezco por tu visita y opinion en mi blog, es de gran importancia las opiniones que haces, te mando un abrazo y aqui estare disfrutando tu sitio, que tengas un buen resto de dia....
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras, también disfruto tu blog. ABRAZO VIRTUAL FUERTE, FUERTE
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